Rachid Ouettassi
Nació el 21 de mayo de 1969 en Tánger.
Después de su formación en el taller de fotografía del Centro cultural francés, entre 1991 y 1992, se especializa en el reportaje fotográfico.
Sus primeras exposiciones sobre el patrimonio de su ciudad natal, las realiza en 2002 en la Galerie de la Croix , en el Instituto francés de Tánger.En 2003 obtiene una beca para la Cité International des Arts de París.
En 2004 expone su trabajo « Otra ribera » en Bruselas, Bélgica y en 2005 su exposición “Errancia” en el Instituto francés de Tánger lo consagra definitivamente.
Entre sus publicaciones se cuentan: «Tánger, Ciudad de Sueños» publicada par Edition Paris- Méditerranée en 2002. «Errance» publicado por el Instituto Francés de Tánger, texto de Nicole de Pontcharra, en 2005. «El escritor y su ciudad: Mohamed Choukri y Tanger», homenaje a Mohamed Choukri, Edition Zarouila, en 2007.
Tánger : Antes de Rachid Ouetassi, ¿ quién habría imaginado que se podía realizar un claro-oscuro no con rostros, retratos y personajes, sino con la callejuelas de la medina de Tánger? La iniciativa se complica un poco más cuando nos damos cuenta que Rachid es fotógrafo.
¿Rembrandt habrá estado inspirado de la misma manera por las calles nocturnas de ciudades antiguas? Se habría sin duda entusiasmado con este aparato mágico, cuyas fotos le habrían sido de gran ayuda. Puesto que si seguimos a Ouetassi en su paseo nocturno por Tánger, redescubriremos su bella medina con otros ojos: es casi un encuentro carnal con la bien amada en la penumbra de la alcoba bajo la luz tamizada. Las formas y contrastes de los muros se suavizan por la semi obscuridad, y nos recuerdan, en su gama terrosa, las sombras quemadas y el brun Van Dyck, los retratos de Rembrandt o las luces de ciertos cuadros de Zurbarán.
Sólo un fotógrafo que sabe dominar con maestría las técnicas sofisticadas de la fotografía, movido por la necesidad de expresar, de un modo u otro, un tema visual que lo acapara, puede, a partir de una medina como la de Tánger, realizar obras de una trascendencia certera. Rachid Ouetassi, me parece, ha logrado esta hazaña, y por esto merece nuestro elogio y nuestro aliento.
FQUIH-REGRAGUI
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